Mostrando entradas con la etiqueta Madre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Madre. Mostrar todas las entradas

viernes, 3 de octubre de 2014

Prometo seguir vivo

    He vivido una experiencia inesperada, aquí, en mi casa; algo así como un Camino de Santiago o un Camino de Emaús. Fue uno de esos días en los que te despiertas sin saber hacia dónde vas y terminas encontrándote contigo mismo más que en diez años juntos.

    Solo tenemos la vida que vivimos. "El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces, ese es el trato".

    ¡Quién pudiera robarle las alas a un ángel!
   Desde que te fuiste, Mamá, no hay un solo día en el que no pueda verte en la luz de las mañanas y en cada noche en las estrellas; no hay un solo instante en el que no oiga tu voz susurrándome despacio.

    Prometo seguir vivo, de momento.

jueves, 3 de mayo de 2012

Feliz cumpleaños, Mamá





Llevo el 3 de mayo tatuado a fuego en mi corazón. Naciste para liberarnos.
Me miro al espejo y veo tu cara en vez de la mía, sonriendo.
¡Cuánta alegría en cada casa que habitaste!
Ahora lo entiendo todo. Ahora sé quién soy. Soy tú. 

No hay batalla por librar. Cierro los ojos y siento tu andar descalzo y sigiloso.
No es tristeza, es vacío. Es humo en una puerta.

Te necesito más que nunca y estás conmigo. ¿Quién va a cuidarme sino tú?
El mundo está incompleto sin ti y eso nos va matando.
Nuestra vida fue la tuya y ahora hemos inventado otra, tratando de imitar tus pasos.
Arrópanos con tus brazos y deja caer tu cruz sobre nosotros.

Feliz cumpleaños, Mamá.
Feliz cumpleaños.


martes, 21 de junio de 2011

Jazmín y azahar (Canción a mi madre)

        
          Escribí esta canción hace un par de años pensando en mi madre y en su ausencia. Ahora la hago pública para quien quiera acercarse un poquito más a mi dolor y sentimiento. Todo lo que hago en esta vida lleva su marca, su huella, un rastro orgulloso que me hace sonreír...
          Si estás interesado en conseguir la canción, envía email a yojorgesolana@hotmail.com 

martes, 3 de mayo de 2011

Feliz Cumpleaños, Mamá




Llevo el 3 de mayo tatuado a fuego en mi corazón. Naciste para liberarnos.
Me miro al espejo y veo tu cara en vez de la mía, sonriendo.
¡Cuánta alegría en cada casa que habitaste!
Ahora lo entiendo todo. Ahora sé quién soy. Soy tú. 
No hay batalla por librar. Cierro los ojos y siento tu andar descalzo y sigiloso.

No es tristeza, es vacío. Es humo en una puerta.
Te necesito más que nunca y estás conmigo. ¿Quién va a cuidarme sino tú?
El mundo está incompleto sin ti y eso nos va matando.

Nuestra vida fue la tuya y ahora hemos inventado otra, tratando de imitar tus pasos.
Arrópanos con tus brazos y deja caer tu cruz sobre nosotros.
Feliz cumpleaños, Mamá.
Feliz cumpleaños.


lunes, 25 de abril de 2011

Me niego a decirte adiós

    
 

Despierta, Jorge.

       No hay forma alguna de que el tiempo vuelva a tu favor, sólo tienes un camino por delante, y lo que recorriste poco a poco se va quedando ahí, atrás, no hay posibilidad de retroceder y cambiar las cosas. 
       Le dije un hasta luego con los ojos, con la mirada de quien cree vivir en un cuento sin fin ; pero  aquello  de repente explotó y rompió las ilusiones que mejor guardábamos en casa.
       Con nuestras manos atadas, la despedida fue de todos, nadie sobrevivió, ninguno logró despertar aquella noche, ninguno consiguió escapar de aquel cuarto frío; la tierra tembló por segundos y nuestro hogar se derrumbó.
      Joder, quiero gritar y romperme la voz otra vez, quiero correr hacia ti antes de que desaparezcas, sentir de nuevo tus mágicos dedos convirtiendo en esperanza todo lo perdido.

      Me niego a decirte adiós.


lunes, 28 de marzo de 2011

Madre, aquí estoy

     
      Se sentó delante del piano con 60 años, sin saber qué hacer exactamente. Parecía una actriz en su mejor momento. Dejó caer sus dedos sobre las teclas y se fascinó. Logró ser una ligera melodía y, en sus manos, cada tarde, sintió los acordes del tiempo. A veces, yo entraba en aquel cuarto y, sin dejar de tocar, me miraba, como si estuviera dándome una lección vital en apenas un segundo, yo acababa exhausto. 
    Abrió una senda hacia lo increíble, hacia lo puro, inventando formas en las nubes. Movía sus manos despacio, sus ojos no tenían fin y su voz desprendía la alegría de un niño, la sabiduria de toda una vida vivida para los demás.
               Nunca nadie atravesó mi corazón así. Disparó aquella escopeta.
               Sangré y ella, extenuada, desfalleció. 

       Madre, aquí estoy, abriendo cada día la puerta de aquella habitación . Aquí estoy, escuchándote y sintiendo tu delicada piel acariciando mi rostro, tu último abrazo congelando mi respiración.


Pd: En la foto, la que dispara es realmente mi madre

lunes, 14 de febrero de 2011

No te dejaré

               
          Hay un lugar en la Tierra en el que yo fui plenamente feliz. Lo conocí, por suerte, antes de que todo se derrumbara. A ese lugar he de agradecerle gran parte de mi forma de ser y de mis ideales. Hoy soñé con aquel paraíso y me envolvió mágicamente en una anterior etapa de mi vida. Recuerdo que allí viví los únicos momentos de mi existencia de felicidad total, plena y sincera. Es un estado de armonía contigo mismo y con lo que te rodea,  un hermoso y Pacífico valle encantado que te hincha de calma. 
          Hoy desperté envuelto en lágrimas, con el corazón acelerado y la cabeza floja. De nuevo, por unos instantes, volví a aquel lugar y reconocí a sus habitantes, a su director de orquesta y a sus seguidores. No tengo ni tendré modo alguno de agradecer tanto en los años que me queden de vida.
          Quizás yo tardé en reconocer aquel lugar como lo que era: una escuela de vida, pero mi madre no necesitó más que verme volver de allí por vez primera para saber que aquello cambiaría para siempre mi existencia. Ahora, sin ti, Mamá, te envío esta canción que nace de aquel paraíso y que anoche soñé tocar con la guitarra como nunca antes lo había hecho.

   Quién pudiera agarrarte del brazo y susurrarte al oído: Mamá, ¡cómo te quiero y extraño cada día de mi vida! Nunca te dejaré ir. No te dejaré.





P.d.: La autora de la canción, Almudena, añade a su disco Aire esta aclaración expresamente: "Estas canciones no están sujetas a derechos de autor: se canta al Aire y el Aire gobierna los cantos, gratis los difunde, sin cobrar los multiplica. Por tanto no sólo se permite, sino que se ruega, la difusión de estas canciones y del espíritu que las anima".

jueves, 16 de septiembre de 2010

Las Madres del Desván


Mírame, Madre, y por tu amor no llores:
si esclavo de mi edad y mis doctrinas,
tu mártir corazón llené de espinas,
piensa que nacen entre espinas flores.

Presidio, 28 Agosto de 1870. Cfr. AAVV: Atlas histórico biográfico José Martí, La Habana, 1983, pág. 31.


Aquí os dejo un enlace a un precioso post de José Manuel Díez sobre su madre.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Hermanos

      
         Sé que desde que Mamá no está todo es diferente. Sé, hermano, que la vida se nos ha presentado  inesperadamente  cuesta arriba, que las cosas no son como eran antes, y que todo ya no es un vivir sonriendo. Sé, también, que nos falta gran parte de la piel, que nos han arrancado un pedazo de nuestra existencia, que nos robaron pulmón y medio, que nos amputaron las dos piernas y que nos atravesaron con lanzas súbitas y envenenadas nuestro corazón. Lo sé hermano porque lo siento, lo vivo cada día, al igual que tú. Cada mañana, al despertar, tengo ganas de gritar y arrancarme la garganta en el empeño de que ella nos escuche al decirle cuánto la queremos y extrañamos, que vive con nosotros en cada segundo de nuestras vidas...

            Pero ante todo, hoy quiero darte las gracias, hermano, por haber hecho de mí parte de lo que soy; por entregarme tu vida para que yo aprendiera; por haberte sacrificado tantas veces; por desprenderte de lo tuyo para hacerme a mí más dichoso; por socorrerme aun mientras dormías; por abrazarme hasta la extenuación cuando tenía miedo; por haber llorado conmigo y por mí; por mantener siempre tu espada presta en mi custodia; por correr entre las llamas para salvarme; por mirarme a los ojos y dejarme ver en ti a Mamá lanzándonos un beso como si nada hubiera pasado...

         Un día ya te lo escribí en un papel de colores antes de partir, no puedo vivir sin ti.
        
         Te quiero, brother


miércoles, 4 de agosto de 2010

Ni a mí puedes matarme

        Qué narices, no pienso plantarme sin más. Si acecha el momento y ella me busca, la escupiré a la cara, sonriendo si puedo, sabiendo que la batalla siempre la gana el Amor y que es, precisamente, eso lo que nos salva. Llámalo Dios o como quieras, pero a mí, dejadme en paz, ya no me engaña nadie. Es el Amor lo que nos hace ser felices y creer en algo, ¿o vendrá alguien a convencerme de lo contrario? Si la guadaña merodea a oscuras, y en ese mismo instante aún soy consciente, desgarrándome la garganta recitaré estas palabras de John Donne -con casi 100 lustros de antigüedad- y que para mí representan la fuerza del coraje en carne viva, la valentía de un minúsculo grano de polen en el aire,  la rebeldía de las células sanas ante las cancerosas...

               No te enorgullezcas, muerte, aunque te llamen poderosa y horrenda, porque no lo eres. Aquéllos a los que creíste abatir, triste muerte, no murieron, ni a mí puedes matarme. Si del reposo y el sueño, meras imágenes tuyas, tanto placer proviene, de ti, entonces, mucho más debe venir. Los mejores de nosotros se van enseguida contigo (...) Esclava del Hado, la Fortuna, los reyes, los desesperados, si con veneno, guerra, enfermedad, amapola, encantamiento se nos hace dormir tan bien, mejor que con tu golpe, ¿de qué te jactas? Tras un breve sueño, eternamente vamos a despertar, y ya no habrá más muerte. Tú, muerte, morirás.

John Donne. Poesía Sacra.
Traducción de Sergio Cueto
(Beatriz Viterbo Editora. Rosario1996)


martes, 27 de julio de 2010

Aquí estoy yo

                 Siempre fuiste una cabra loca, de esas que se pierden por las sendas más abruptas, bailando libre por las escarpadas montañas; un salmón a contracorriente que se contorsiona con formas imposibles en el aire al saltar del agua; un caballo fuerte atravesando violentamente un riachuelo para continuar su galope con decisión; un yorkshire juguetón e inquieto que no usa su periódico del suelo y que te mira con ojitos de no haberlo hecho nunca antes. Siempre luchaste por tu vida, por hacer lo que creías correcto, por no reprimirte en minorías y por gritarle al mundo "aquí estoy yo".

             Hermana, ya no somos críos, y nuestras vidas van llegando poco a poco a la mitad del camino. No ha sido fácil, y tampoco lo será alcanzar su final, pero allí, cuando sea el momento, estaremos una vez más, agarrados de la mano en círculo, con los ojos cerrados creando esa energía que sólo nosotros provocamos y que hace arder la habitación, la ciudad o el planeta que nos arropa. Hasta entonces seguiremos juntos, asustando al huracán y dispuestos a regenerarnos y reinventarnos, seguiremos enamorados del amor, como lo estuvo Mamá, y que precisamente, fue lo que nos dejó: esa pasión por la vida, el corazón, las flores, la verdad, el aire limpio...

         Por todo ello, comienzas una nueva etapa y todos estamos contigo, a tu lado, para que no nos eches de menos, y te sientas protegida, pues así nos educaron y así es como somos felices. Hace ya mucho tiempo que nos convertimos en una familia de románticos inconformistas. Una panda de locos biencriados.

      

domingo, 18 de julio de 2010

Mi madre era un ángel

            La cabeza podría explotarme cada vez que pienso en esto. Desde aquel largo y fantasmal día en el que mi madre nos dejó no he vuelto a ser el mismo. Aún ni siquiera me atrevo a releer sus cartas, sus notas en cada papel de cada rincón de la casa; tampoco me siento aún con fuerzas de ver las fotos o enredar en los cajones.

            Aquí en la foto aparece ella con mi sobrino, David, el peque de mi hermana mayor. Dicen que se parece a mí cuando tenía su edad... David apenas pudo conocerla como a todos nos hubiera gustado. Yo la tuve 26 años, y no los aproveché como debería haber hecho, ahora lo sé y también reconozco que esa ha sido la lección más importante y dura que la vida me ha impartido a día de hoy.

Mi madre era un ángel.

Todos lo sabemos aunque no lo decimos mucho, por si acaso.

Ahora pienso en mi padre. Solo después de tantos años. Yo me pregunto... ¿Sería yo capaz de vivir en su pellejo? Pufff... El corazón se me arruga y se esconde cuando esto pasa por mi mente. Quizás yo me hubiera pegado un tiro, sí, seguramente me hubiera pegado un tiro. Mi padre no lo hace porque es un valiente.